Ya cambie de década, se siente raro ¿feo?. De todos modos no voy a dejar de ser un niño, ni de tomar, ni de boludear, ni de ser diferente (¡ay! qué lindo que suena...), ni de crecer, ni de nada. Espero seguir siendo siempre un niño (no literalmente). En fin, gracias a todos los que hicieron más leve este inevitable pasar del tiempo.
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