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Nuevas Tecnologías

Cuando una tecnología ni bien aparece es algo extraño para todos, por más simple que parezca para una generación posterior algo simple o hasta natural.

Paradojas

¿Por qué los cristianos lloran en los funerales?¿No se supone que quien muera pasara a un plano de felicidad absoluta y vida eterna si vivió de manera "correcta" (si no vive de manera "correcta" será excomulgado y por tanto no tendrá velorio cristiano)? Interesante sería que alguien más "letrado" en religiones responda las preguntas de manera lógica.

Mi sospecha es que:
- O saben que la muerte es el final de todo pero no quieren reconocerlo por miedo a que su propia existencia tenga un final absoluto
- o cada muerte le recuerda a uno que tarde o temprano se morirá y su existencia llegara a un final (de otro modo se alegraría en recordar que le espera una vida de eterna felicidad).

Estas paradojas me parecieron muy simpáticas:

"Si no me equivoco, el mundo se acabará en diez días"
"Esta oración es falsa"
"Si todo el mundo trata de ahorrar durante una recesión, la demanda agregada caerá y los ahorros totales de la población serán más bajos."

¿Por qué la gente se casa?

DE MATEMÁTICA, MONOS Y BANANAS

Por. Lamberto Álvarez *

Supongamos que tenemos a 6 monos dentro de una jaula. En el techo colocamos un racimo de bananas, de tal forma que éstas sean inalcanzables para los monos. Un día, colocamos una escalera dentro de la jaula y justo debajo de las bananas. Tan pronto hacemos esto, uno de los monos decide aprovecharla, y llegar a través de ella a las codiciadas frutas.

Ahora bien, tan pronto el primer mono decide trepar por la escalera, se rocía con agua helada al resto de los animales. Después de esto, la acción se repite, y cada vez que un mono toca la escalera para tratar de conseguir las bananas, el resto de los monos vuelven a ser rociados.

No pasa mucho tiempo, antes de que los monos asocien la subida de un mono por las escaleras con la desagradable experiencia del rocío de agua helada sobre ellos, así que cuando ven a un nuevo mono intentarlo, deciden por fin detenerlo, y la cosa llega a los golpes si es necesario. Con esto, cada uno de los monos entiende que no deben trepar las escaleras, pues ello implica no sólo agua helada para los compañeros, sino una tunda en su contra, y esto sin mencionar el frustrado deseo de conseguir las bananas.

Con el tiempo la situación se vuelve estable, y ya no hay monos que intenten acercarse a la escalera. Cuando esto sucede, sacamos a uno de los monos de la jaula, y lo reemplazamos por otro. El nuevo inquilino entra, ve unas bananas colgando del techo, y una forma fácil de conseguirlas. Se dirige a la escalera, y no puede subir un peldaño antes de recibir un baño de golpes por todos los compañeros. Obviamente no entiende las razones, pero después de un par de intentos es fácil saber que tocar escalera significa el descontento de la comunidad.

En estos momentos, se procede a retirar a un segundo mono, también de los originales. Se reemplaza con un mono que nunca antes había estado en la jaula. El proceso se repite. El nuevo mono se dirige a la escalera, y todos, incluyendo al mono que había entrado justo antes -aquél que nunca había sido rociado con agua helada-, se lanzan contra él y lo golpean hasta hacerlo desistir.

Un tercer mono entra. Entre los demás existen dos que no saben por qué se debe golpear a quien toque la escalera, pero lo hacen imitando a la sociedad. El tercer mono aprende las reglas. Así se reemplazan al cuarto, al quinto, y por último al sexto de ellos. Todos pasan por la misma historia.

Al final, ninguna cosa ha cambiado. Es un delito tocar la escalera, y quien lo haga deberá recibir la furia de la comunidad entera. Perdón, hay una cosa que sí ha cambiado. Nadie tiene idea de por qué es contra las reglas usar las escaleras para conseguir una rica banana, pero aún así conservan tan bonita tradición.

Cito el texto que leí en un maravilloso libro de Adrian Paenza (Matemática ... ¿Estás ahí?) para reflexionar acerca de constumbres intitucionalizadas en la sociedad desde hace siglos. ¿Por qué nos casamos? Porque otros lo hacen, porque el matrimonio es una institución social y las personas casadas ejercen presión (directa o indirectamente) sobre los que no están casados.

Ahora divaguemos:

Imagínense una raza relativamente joven de seres que viven organizados socialmente por ciertas jerarquías establecidas según desarrollo físico e intelectual. El promedio de vida de estos seres ronda los 40 o 50 años hasta que de repente algunos de estos seres mueren de manera misteriosa. Después de que muchos mueren se encuentra cierto patrón: aquellos que tienen sexo con mayor cantidad de parejas tienen mayor tendencia a morir que los que tienen menos sexo (estos seres no conocen ninguno tipo de anticonceptivos). Este patrón es naturalmente paradójico: los seres que mejores condiciones tienen y por lo tanto son preferibles para tener sexo mueren. ¿Cómo pueden sobrevivir estos seres si están muriendo sin ninguna razón obvia? Una vez aislado el patrón lo siguiente es más simple: si los que tienen sexo con muchos seres distintos tienden a morir, los que lo hagan con menos seres tenderán a vivir. ¿Cómo evitar algo tan natural como el sexo? Convirtiéndolo en algo antinatural, mal visto socialmente y supuestamente nocivo. Entonces estos seres comienzan a tener relaciones con otro único ser, una especie de monogamia que se establece como la única relación legítima y con el tiempo se convertirá en una institución.

Ahora imaginemos como pudieron responder los antiguos seres humanos ante una enfermad como la sífilis.