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Sagrario's Room

Es un jueguito flash de 3 megas. Es de ingenio. Si tenés ganas de romperte la cabeza un rato y renegar jugalo. Se puede salir del cuarto aunque parezca difícil. Hecho por hombres puede ser resuelto por hombres (especialmente si el fin es ser resuelto).

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Simposio

El Simposio es una reunión de expertos en la que se expone y desarrolla un tema en forma completa y detallada, enfocándolo desde diversos ángulos a través de intervenciones individuales, breves, sintéticas y de sucesión continuada

La palabra simposio (griego antiguo συμπόσιον, sympósion), que traducimos por banquete, significa propiamente «reunión de bebedores».

Antiguamente en estas reuniones se designaba alguien que controle la mezcla del vino (el vino era mezclado con agua en crateras, basijas grandes). El poeta Eubulo dice lo siguiente:

"Yo solo mezclo tres crateras para quienes son moderados; la primera es para la salud, y es la que primero se beben. La segunda es para el amor y el placer y la tercera para el sueño; cuando se han bebido esa, quienes pasan por juiciosos se van a su casa. La cuarta cratera ya no es sino de la hybris, la quinta del alboroto, la sexta de la procesión de los borrachos y la séptima del ojo a la funerala. La octavaba es la de los tribunales, la novena de la bilis y la décima la de la locura y la de tirar todo el mobiliario"

Extenuado

Me voy a dormir, esto está muy aburrido, me estoy durmiendo ... bueno, un último intento, por ahí encuentro a la negrita en el bar y le echo uno ... estoy cansado, tengo ganas de seguir tomando, no tengo ganas de caminar, encima refrescó y encima el bar queda lejos ... me estoy durmiendo mientras camino, por ahí si camino dormido llego más rápido ... ¿qué querrán estos negros? falta que tenga bardo ahora, no tengo ganas de esforzarme, quieren bardo ¿cómo se van a enojar porque les ofrezco fumar un fasito? ya fue, les digo que les pago una birra en el bar y después veo ... al fin en el bar, me estoy meando ... ¡ay! que relajo mear, tengo sed ¿qué habrán hecho estos negros? ... ¡qué buena que está la birra! ¿dónde estás negrita? ... esta negra no está acá ... ¡qué bonita esta niña! ¿pa qué quiero a la negra esa con la mina esta? ... ¿por qué te haces la dura, si vas a terminar aflojando? ... Estuve con mejores minas que vos ¿quién te crees que sos fiera de cara? voy a seguir hasta convencerte, es al pedo que te hagas la dura ... se me termino la birra, tengo sueño, me voy a dormir ... ahora hace más frio, quiero llegar a mi casa, me camino arrastrando sin saber para dónde ... ¡lo que me faltaba! estos dos negros jodiendo de nuevo ... a ver negro idiota ¿cómo te voy a pagar la birra si desaparecieron? los voy a tener que poner, si, al que está a mi izquierda lo duermo de una en la jeta y de toque le salto encima al otro y lo muelo a palos, si, ya fue, comela rica ¿no? ¿y a vos te gusta recibir también? ¿querían que les pague una birra? ahora cobren ja ja ¿cómo te va a ayudar tu amigo si con el bollo que se comió no puede mantenerse derecho? que feo es que te pateen en el piso patear al tirado no tanto pero trae malos recuerdos ¿por qué me separan? me quisieron robar se lo merecen son negros de mierda una patada más al de la gorrita y ya está ¿por qué no? me quisieron pegar, ya fue, me voy a dormir.

Alejandra Pizarnik

CENIZAS


Hemos dicho palabras,
palabras para despertar muertos,
palabras para hacer un fuego,
palabras donde poder sentarnos
y sonreír.

Hemos creado el sermón
del pájaro y del mar,
el sermón del agua,
el sermón del amor.

Nos hemos arrodillado
y adorado frases extensas
como el suspiro de la estrella,
frases como olas,
frases como alas.

Hemos inventado nuevos nombres
para el vino y para la risa,
para las miradas y sus terribles
caminos.

Yo ahora estoy sola
– como la avara delirante
sobre su montaña de oro –
arrojando palabras hacia el cielo,
pero yo estoy sola
y no puedo decirle a mi amado
aquellas palabras por las que vivo.


ALEJANDRA PIZARNIK

“LAS AVENTURAS PERDIDAS” (1958.)

Algunos fragmentos de sonetos

Leyendo Victoria Ocampo encontré un par de cosas decentes, entre ellas estos sonetos de Shakespeare (con la traducción dada en el libro):

From fairest creatures we desire increase,
That threby beauty's rose might never die...

(De las más hermosas criaturas deseamos fruto,
para que así la rosa de la belleza no puede morir nunca...)

Look in your glass, and tell the face thou viewes,
Now is the time that face should form another...

(Mira en tu espejo y di qué rostro ves,
Ya es tiempo de que ese rostro forme otro...)

Las sublimes maneras de hablar de la preservación de la especie de este iluminado.

Y alguna reflexiones de la autora:

¿Es que para las mujeres "maternales", como se les llama, el hombre es un accidente que lleva al hijo, no la razón de ser del hijo?

El amo pasión cumplía su promesa de placer y hasta felicidad intermitente (todas las felicidades lo son), a la sombra de un azar favorable y desfavorable.

Conozcan a Darwin

La historia no ha sido benévola con las ideologías basadas en creencias evidentemente falsas sobre la naturaleza humana. El comunismo, por ejemplo, no se ve muy robusto últimamente. Desde un principio, los comunistas sostuvieron que el egoísmo humano, el gran verdugo de las utopías comunales, podía erradicarse, y conformaron la
teoría científica con base en ello. Marx insistía en que las cualidades adquiridas mediante la educación —como, digamos, una disposición más generosa— pasaban de padres a hijos por herencia biológica. Hasta 1964, largo tiempo después de que los genetistas occidentales habían desechado esta idea, todavía era una doctrina oficial de la biología soviética. De cuando en cuando los genetistas soviéticos que no lograban apreciar dicha doctrina acababan en prisión.
Sería melodramático decir que en la actualidad el feminismo ocupa el lugar que ocupaba el comunismo a mediados del siglo XX. Aun así, resulta tentador. De nuevo, una ideología se ase a una doctrina que, para bien o para mal, no es verdadera —en este caso la idea de que el "género" es esencialmente una "construcción": que la naturaleza del hombre y la de la mujer son inherentemente más o menos idénticas. De nuevo, la falsedad de la doctrina es cada vez más evidente. Y, de nuevo, los seguidores de la ideología sólo pueden admitir esta falsedad bajo cierto riesgo —tal vez no el encarcelamiento, pero sí una recepción en extremo fría por parte de sus correligionarias.
Por supuesto, existen las controvertidas "feministas de la diferencia". Pero incluso ellas no creen —o, por lo menos, no admiten creer— que hombres y mujeres sean inherentemente diferentes. Guardan silencio en torno a los orígenes de tales diferencias, o bien los ubican en influencias sociales tempranas.
Mucho se ha hablado sobre la fragmentación del feminismo moderno. Además de las feministas de la diferencia (la psicóloga Carol Gilligan o la lingüista Deborah Tannen), existen las "feministas radicales" (Catharine MacKinnon o Andrea Dworkin), las liberales "feministas de la igualdad" (la juez de la Suprema Corte Ruth Bader Ginsburg o la escritora Katha Pollitt) y varias otras. Sin embargo, por muy diversas que parezcan estas pensadoras, las une un rasgo común: ninguna se interesa por el estudio bien fundamentado de la naturaleza humana, de las mentes del hombre y la mujer.
Por "estudio bien fundamentado de la naturaleza humana" no quiero decir únicamente "fundamentado de la forma en que yo pienso que el estudio de la naturaleza humana debería estar fundamentado" (aunque, por supuesto, quiero decir eso). Me refiero a fundamentado en la comprensión del proceso que diseñó a los seres humanos: la selección natural. En particular, el campo de investigación que recomiendo a las feministas, y el cual se resisten a explorar, es una ciencia llamada psicología evolutiva. La psicología evolutiva reconoce (entre otras cosas) ciertas diferencias claras entre las mentes del hombre y la mujer. Estas diferencias no son del todo inmutables. Las feministas de la diferencia tienen razón al percibir que la cultura es importante: somos una especie bastante plástica. Aun así, muchas de las diferencias entre hombres y mujeres están más determinadas de lo que muchas feministas quisieran, y complican la búsqueda —e incluso la definición— de la igualdad social entre los sexos.
La aversión feminista al estudio darwiniano de la diferencia está tan relacionada con el darwinismo como con la diferencia. Después de todo, la derecha ha esgrimido tradicionalmente el darwinismo con más fuerza. Las feministas temen que una vez más se lo utilice para justificar la opresión como algo "natural", "propio de nuestros genes" y que se encuentra fuera de nuestro control. Cierto, esto es un peligro, mas no inevitable. Y por otro lado, no es necesariamente peor que el peligro alternativo: que el feminismo, como el comunismo, sucumba bajo el peso de sus absurdos doctrinales, y que los ideales loables que le dieron vida comiencen a languidecer por falta de un apoyo honesto, en lugar de alcanzar un compromiso resuelto con la realidad.
Un típico repudio comienza mofándose de la observación darwiniana de que, en todas las especies, "las diferencias entre los sexos dependen de casi exactamente las mismas reglas; los machos son casi siempre los que cortejan..." La hembra, "con excepciones muy raras, se muestra menos ávida que el macho... Es reservada... El ejercicio de alguna elección por parte de la hembra parece una regla casi tan general como la avidez del macho". Esta es una observación vital, pues implica una lógica evolutiva (que no se comprendió hasta un siglo después de Darwin) en la que se sustentan muchas diferencias psicológicas entre hombres y mujeres.
La observación de Darwin ha sido ridiculizada por Carol Tavris en su tan elogiado (por feministas) libro The Mismeasure of Woman. Tavris la llama "el mito de la hembra reservada". Afirma que el patrón que Darwin creyó ver no existe en realidad. Ya no podemos explicar los papeles de los sexos "apelando a la universalidad de tal comportamiento en otras especies" porque "las otras especies no cooperan".
De hecho, sí lo hacen. Sin duda, existen muchas especies cuyas hembras no son monógamas devotas. Incluso hay especies cuyas hembras son tan agresivas sexualmente como los machos, o incluso más. Lo que Tavris parece no reconocer es la forma en que esta variedad puede reforzar específicamente nuestra creencia en una base genética que sustenta la regla general de la relativa reserva sexual de la hembra.
Para observar este punto crucial, primero hay que ver la explicación darwiniana moderna de dicha reserva. Una hembra puede reproducirse con mucha menor frecuencia que un macho, pues lleva a cuestas la absorbente tarea de gestar y dar a luz, y quizás incluso de educar a los vástagos. Así, resulta comprensible desde el punto de vista darwiniano que la hembra evalúe cuidadosamente la calidad de los aspirantes machos —tanto su calidad genética como su capacidad y disposición de ayudar a mantener a los hijos luego del nacimiento, y esto en especies con una "elevada inversión paterna", como la nuestra. Este control de calidad ayuda a evitar que la hembra desperdicie alguno de sus pocos y arduos periodos de reproducción generando una progenie con pocas oportunidades de supervivencia.
En contraste, para un macho la reproducción puede ser un asunto frecuente y de bajo costo; entre más parejas sexuales, más oportunidades tendrá para introducir sus genes en la siguiente generación. De allí el hecho, masivamente documentado, de que los machos de nuestra especie, al juzgar las oportunidades meramente sexuales (no maritales), sean en promedio menos exigentes que las hembras. (La documentación incluye los gustos de hombres y mujeres respecto a la pornografía y la prostitución, así como el hecho a menudo señalado de que los hombres homosexuales son, en promedio, más promiscuos que las lesbianas; ambas culturas homosexuales son un experimento de facto sobre cómo se comporta un sexo cuando no tiene que comprometerse con el otro.)
Ahora bien, ocurre que, en ciertas especies excéntricas "de sexo invertido", los machos asumen gran parte de la carga de gestar y dar a luz. Los hipocampos tienen una bolsa en donde las hembras depositan los huevos. De hecho, estas "excepciones" ostensibles cumplen con la lógica darwiniana y la refuerzan. Son una evidencia más para afirmar que el sexo que puede reproducirse con mayor frecuencia será típicamente el más lujurioso. Constituyen una razón más para creer que las hembras humanas, cuyos periodos de reproducción son escasos y arduos, en verdad tienen una inclinación genética a ser más discriminadoras sobre sus parejas sexuales que los machos.
La feminista Anne Fausto-Sterling, autora de Myths of Gender, no logra comprender el punto cuando menciona a los falaropos, con sus papeles sexuales invertidos, y dice sarcásticamente: "Elija su especie animal y pruebe su argumento político." Elija su especie animal y ésta cumplirá con la teoría evolutiva. La política tendrá que ajustarse a ello.
Resulta que las hembras de nuestra especie no son, por naturaleza, del todo reservadas ni del todo monógamas. Existe evidencia fisiológica para decir que son "naturalmente" propensas a la promiscuidad y a la infidelidad bajo ciertas circunstancias. De este modo, si bien Tavris tiene cierta razón al decir que "el mito de la hembra reservada" ha muerto, se equivoca en la misma medida al implicar que esto significa que las mujeres no son por naturaleza más reservadas sexualmente que los hombres, o que la zoología reciente debilita la confianza en la comprensión darwiniana de la mente humana.
El espacio de este artículo no me permite tratar de convencer a los escépticos de que los hombres son "naturalmente" menos discriminadores sobre sus parejas sexuales que las mujeres —o que hombres y mujeres difieren inherentemente en otras formas que a continuación examinaré. En lugar de ello, limitaré gran parte de mis afirmaciones sobre la naturaleza humana a creencias aceptadas ampliamente dentro de la psicología evolutiva —doctrinas apoyadas, entre otros, por muchas mujeres (y hombres) darwinianas que se denominan feministas. Cuando me ocupe de teorías más especulativas, las calificaré como corresponda.
Curiosamente, dada la (confusa) asociación histórica del darwinismo con la derecha política, la psicología evolutiva presta cierto tipo de apoyo a algunas de las feministas más radicales, como MacKinnon y Dworkin. Ambas han derramado mucha tinta para decir genuinos disparates (como la insinuación teatral de Dworkin de que todo acto sexual entre heterosexuales es una violación) que desafían todo intento de justificación. Pero ambas tienen otras posiciones, de un extremismo más mesurado, que pueden justificarse mejor, de poder justificarse, en términos darwinianos.
Consideremos el acoso sexual. MacKinnon ayudó a establecer la prueba del "ambiente hostil" para casos de acoso, y su definición de dicho ambiente es amplia; de acuerdo con sus cálculos, dos terceras partes de las mujeres que trabajan han sufrido acoso sexual. Si bien algunas feministas consideran el de Anita Hill un caso limítrofe de acoso (aunque fue una clara denuncia en contra del carácter de Clarence Thomas), MacKinnon emprendió una defensa vehemente de Hill. Comprendo por qué: se sostiene que un hombre con poder sobre Hill le hizo insinuaciones sexuales persistentes, si no es que explícitas. Es natural que Hill se sintiera amenazada. Pero sólo puedo aceptar esta opinión considerando a Hill como mujer, con el tipo de mente que la selección natural diseñó para ella. Un hombre podría sentirse incómodo ante una proposición sexual comparable por parte de su jefa, pero sería extraño que se sintiera amenazado.
De nuevo, la lógica regresa al hecho de que las oportunidades de reproducción para la mujer son muy preciadas. Así pues, durante la evolución resultaba costoso (desde el punto de vista genético) que la mujer tuviera relaciones sexuales con un hombre con quien no quería tenerlas —a menudo un hombre que: (a) evidentemente no tenía genes propicios para generar una progenie viable y fértil, o (b) no tenía una inclinación evidente para quedarse y ayudar a mantener a la progenie. La aversión que sienten las mujeres a tener relaciones sexuales con hombres que les parecen poco atractivos es una expresión de esta lógica.
El caso de los hombres es diferente. Tener relaciones sexuales obligadas con una mujer: (a) no era un problema durante la evolución, pues los hombres no pueden tener relaciones sexuales a menos que estén fisiológicamente excitados, y (b) no habría tenido efectos negativos amplios: el peor resultado posible para el hombre (en términos genéticos) era no conseguir el embarazo. Y pasar quince minutos sin lograr embarazar a una mujer difícilmente puede considerarse un tropiezo darwiniano importante. No existe razón para que la evolución haya inculcado en la mente del hombre una aversión a tener relaciones sexuales forzadas con mujeres.
Así es, en efecto; yo diría que Anita Hill fue acosada sexualmente. Estuvo bajo una presión coercitiva, aunque sutil, para tener relaciones sexuales. Pero esa opinión se basa en que su mente es de mujer, y en que posee una vulnerabilidad propia de las mujeres.
Muchas feministas, aun sin la ayuda de Darwin, han percibido esta tensión: entre más protección se les quiera dar a las mujeres, más difícil resulta argumentar que no necesitan, por naturaleza, una protección especial; entre mayor sea la frecuencia con que se las vea como víctimas, más poderosas serán las implicaciones de que son, por naturaleza, víctimas, y más débiles que los hombres. Por ello, algunas feministas se resisten a aceptar las definiciones más amplias de MacKinnon sobre el acoso sexual y la violación, así como su parecer en torno a la pornografía como agresión en contra de las mujeres. Por ello hay quien la llama una feminista "víctima" —y no sólo conservadoras como Christina Hoff Sommers, sino también feministas más cercanas a la izquierda, como Naomi Wolf. La juez Ruth Bader Ginsburg, quien como feminista liberal de la igualdad manifiesta buscar sólo un tratamiento equitativo para las mujeres, dijo tras haber escuchado hablar a MacKinnon: "Esa mujer tiene un mal karma."
Sin embargo, las feministas de la igualdad —al igual que MacKinnon— no han logrado resolver la tensión entre proteger a las mujeres y ser condescendientes con ellas. Consideremos la decisión unánime de la Suprema Corte en el caso más reciente de acoso sexual. Involucraba a una mujer que trabajaba en una compañía de elevadores de carga y a su siniestro jefe. Él solía bromear acerca de los senos grandes, o pedirle a sus empleadas que buscaran monedas en las bolsas de sus pantalones, etcétera. La gota que derramó el vaso fue preguntarle a una subordinada si había arreglado sus cuentas citando a su cliente en un Holiday Inn.
Al fallar a favor de la trabajadora, la Suprema Corte trató de sustentar una definición amplia del "ambiente hostil". A decir de la Corte, la víctima no tenía que probar que había sufrido un daño psicológico —sólo que "razonablemente" había encontrado los comentarios hostiles. No obstante, cediendo ante Ginsburg y las feministas de la igualdad, la Corte dictó su fallo en términos de una "persona razonable" y no de una "mujer razonable".
Esto simplemente no se sostiene. ¿Qué siente una "persona razonable" sobre la insinuación de que él o ella cerró un trato acostándose con un cliente? La mujer promedio se siente insultada, mientras que el hombre promedio se siente entre ligeramente insultado y bastante halagado. A ella la están llamando prostituta, mientras que a él lo están llamando seductor.
Resulta tentador desechar estas etiquetas de valor como el residuo de siglos de patriarcado, o como ecos de la dicotomía victoriana entre la Madonna (la Virgen María) y la prostituta —patologías culturales efímeras ante las que la Corte no debería condescender. Pero existe una explicación más: estos juicios morales podrían tener una base genética.
Para empezar, los hombres tienden a considerar una historia de extrema promiscuidad como una característica muy poco deseable en una esposa, y esto encaja perfectamente con el pensamiento darwiniano. Entre más promiscua sea la esposa, menos probable será que los hijos en los que el esposo invierte su tiempo y energía lleven en realidad sus genes. En otras palabras, es más probable que los genes que incitan a los hombres a repudiar parejas duraderas promiscuas pasen a las generaciones siguientes a prevalecer sobre genes menos discriminadores. La lógica no es la misma para las mujeres, puesto que los niños que dan a luz siempre llevan sus genes (o, por lo menos, durante la evolución, antes de la alta tecnología —y eso es lo que cuenta).
Esto no quiere decir que los hombres no consideren sensuales a las mujeres fáciles. Desde un punto de vista darwiniano, estas mujeres son, de cierto modo, fabulosas parejas sexuales, porque son fáciles de conseguir —y, recordemos, para propósitos de la proliferación genética de un hombre, entre más mujeres se puedan conseguir, mejor. Pero una mujer fácil no es genéticamente óptima para enamorarse de ella, pues invertir en sus hijos es poco recomendable. Los hombres muy rara vez admiten esto ante las mujeres —sean del tipo que fueren—, y en ocasiones ni siquiera lo admiten ellos mismos. Pero si los escuchamos cuidadosamente hablar entre ellos, notaremos esta actitud.
Así pues, no resulta sorprendente que la mujer promedio se resista a ser clasificada públicamente como "fácil", sin importar su grado real de promiscuidad. Durante la evolución, esa etiqueta habría acabado con las posibilidades de que un hombre invirtiera en tener hijos con ella. (Un tema general de la psicología evolutiva es el hecho de que todos pulimos nuestras reputaciones de manera natural y por todo tipo de medios, sin importar que el brillo se refleje o no en nuestro comportamiento real.)
La idea de una distinción mental masculina, con una carga inherente y moral, entre mujeres fáciles y difíciles es sólo una teoría. Y si bien quizás impone cierta lealtad mayoritaria dentro de la psicología evolutiva (aunque sólo con matices que el espacio no me permite exponer aquí), no está tan sólidamente establecida como, digamos, la idea de diferencias sexuales en la promiscuidad. Incluso más hipotética resulta la idea de que las mujeres presentan cierta aversión natural ante las acusaciones de una licencia sexual extrema (aunque ciertamente las mujeres, en general, las rechazan más que los hombres). Aun así, entre más de cerca veamos la evidencia, más prometedora resulta esta teoría. Varios antropólogos culturalmente deterministas, en especial Margaret Mead, sostenían haber encontrado culturas exóticas en donde las mujeres eran tan propensas a la promiscuidad como los hombres, y a nadie le importaba. Tales afirmaciones se han derrumbado tras un segundo examen. El ejemplo favorito de Mead, Samoa, presentó una obsesión prácticamente masculina con la virginidad de sus parejas.
Todo esto explica lo que para muchos es la reacción de sentido común ante el caso del elevador de carga, aun cuando pocas feministas lo admitan: la razón por la cual el comentario sobre el Holiday Inn resultó ofensivo fue porque iba dirigido a una mujer. Lo que la psicología evolutiva sugiere es que esta relevancia del género en la ley no es una creación efímera de la cultura; los juristas bien podrían tomarla en consideración. A fin de cuentas, el problema con la formulación de Ginsburg sobre la "persona razonable" no es que conduzca a una definición limitada del acoso sexual, sino que no conduce a ninguna definición.

La verdad general que aquí se sugiere es que podemos ofrecer a las mujeres una amplia protección contra el acoso sexual basada específicamente en cierta comprensión de la mente de la mujer, o bien podemos pasar por alto las diferencias sexuales y proporcionarles una protección mucho menor.
La tendencia de la psicología evolutiva, en el sentido de proporcionar al menos cierto apoyo para el feminismo radical, va más allá del acoso sexual. El punto de vista de Dworkin acerca de que "la deshumanización es una parte básica del contenido de toda pornografía" es característicamente exagerado, pero a la luz del darwinismo está lejos de ser un disparate. Sin duda, gran parte de la pornografía se concentra en la "prostituta", no en la "Madonna", como parte de la mente del hombre. Las fotos en Hustler no son de mujeres que un hombre querría desposar. Son mujeres cuyo atractivo no tiene nada que ver con conocerlas mejor. De hecho, son mujeres que resultan excitantes en parte porque su apariencia no exige un mejor conocimiento: parecen dispuestas a ser tratadas como carne, como objetos sexuales de una eficiencia óptima.
Decir que los hombres ven como objetos a las mujeres fáciles no quiere decir —¡lástima!— que nunca hagan lo mismo con las felices receptoras de su afecto duradero. La tendencia masculina de proteger de manera "posesiva" a sus parejas contra las insinuaciones de sus rivales podría ser más que una mera metáfora. Para los hombres, "los mismos algoritmos mentales se activan al parecer en las esferas marital y mercantil", escriben los psicólogos evolutivos Martin Daly y Margo Wilson. De nuevo, la razón parece residir en los altos costos genéticos que la infidelidad conlleva para la víctima masculina. Como han mostrado los psicólogos evolutivos, la mujer promedio no se siente tan amenazada como el hombre promedio por la infidelidad puramente sexual de su pareja, en apariencia porque ello no constituye una amenaza tan inmediata para sus genes.
Incluso las definiciones de violación más amplias de las feministas radicales tienen cierto mérito darwiniano. Una de las afirmaciones más moderadas de MacKinnon sobre este tema es la siguiente: "Políticamente, considero violación cuando una mujer tiene relaciones sexuales y se siente violada." Desde el punto de vista psicológico se podría afirmar lo mismo. Cuando una mujer tiene relaciones sexuales con un hombre que le ha prometido su afecto duradero (traducción darwiniana: le ha prometido un compromiso para con su progenie) y que después nunca vuelve a llamarla, la fuente evolutiva de su angustia es igual a la angustia que resulta de la violación: la mujer ha tenido relaciones sexuales con un hombre que considera (de manera inconsciente) poco digno de sus óvulos, aun cuando en este caso la consideración ocurrió después del acto, una vez que la evidencia de la indignidad del varón se puso de manifiesto.
Sin embargo, si realmente se quiere exigir un ámbito tan extenso de protección moral para las mujeres, tendría que admitirse que éstas son diferentes del hombre y que, en cierta manera, presentan una vulnerabilidad única. Después de todo, los hombres virtualmente nunca se sienten "violados" por tener relaciones sexuales con una mujer. Un hombre puede sentirse abrumado si la mujer que ama lo abandona, pero en verdad es raro el hombre que se arrepiente del acto sexual.
Dworkin distingue entre violación y seducción como sigue: "En la seducción, el violador se molesta en comprar una botella de vino." Otra feminista opina que la violación forma parte del comportamiento sexual normal del hombre. Algunos darwinianos estarían de acuerdo. Dirían que la violación es algo que los hombres hacen cuando fallan otras formas de manipulación. Tal comportamiento podría ser "natural" cuando los hombres con una manifiesta incapacidad para obtener una pareja de manera legítima recurren al sexo con violencia. De allí el perfil del típico violador: alguien falto de los recursos materiales y personales para atraer a las mujeres.
Dworkin escribe: "Un hombre quiere lo que una mujer tiene —sexo. Puede robarlo (violación), convencerla de dárselo (seducción), rentarlo (prostitución), arrendarlo a largo plazo (matrimonio en Estados Unidos) o poseerlo llanamente (matrimonio en la mayoría de las sociedades)." Por muy deprimente que sea, esto le parecería a algunos darwinianos un buen bosquejo de la situación. Lo que no significa que los hombre piensen así de sus objetivos (en general, las feministas radicales atribuyen demasiada intencionalidad a los hombres); pero es un análisis funcional bastante apropiado de las emociones que sienten los hombres —desde la lujuria hasta el amor y hasta la evaporación selectiva del afecto tras la conquista.
Francamente, la resonancia entre el feminismo radical y el darwinismo no sólo consiste en que la descripción implícita que hace el segundo de la vulnerabilidad femenina esté explícita en el primero. El darwinismo también describe a los hombres como algo semejante a los animales en que los convierten MacKinnon y Dworkin. Los machos humanos son por naturaleza cerdos opresivos, posesivos, obsesionados con la carne. No están fuera del alcance del mejoramiento cultural, gracias al hecho de que el amor, la compasión, la culpa, el remordimiento y la conciencia son partes desarrolladas de la mente, así como la lujuria y los celos iracundos. Aun así, MacKinnon y Dworkin quizá tengan razón al sugerir que el clima cultural actual ayuda poco a que los hombres mejoren.
Esta aversión por el "determinismo biológico" (nombre incorrecto) es común a todas las ramificaciones principales del feminismo. Ni siquiera las feministas de la diferencia quieren hablar sobre las diferencias profundas. El bestseller de Tannen You just don't understand, y su reciente libro Talking from 9 to 5, dicen que los hombres, en general, se preocupan más que las mujeres por la posición y la jerarquía. Este hecho innegable se debe colocar sobre su propia base darwiniana. A lo largo de la evolución, un status elevado parece haberle ganado al macho un mayor acceso sexual a las hembras (como sucede en muchas especies, incluidos nuestros parientes más cercanos, los chimpancés). Este hecho darwiniano se ha documentado en las sociedades de "cazadores y recolectores", el modelo viviente más cercano al contexto social de la evolución humana. Dada esta relación distintivamente masculina entre el logro social y la proliferación genética, es por lo menos admisible que millones de años de evolución hayan dotado a los machos de una característica sed de poder.
No obstante, Tannen formula su explicación para tal ambición en términos culturales. La tendencia infantil de "abrirse camino hacia el centro del escenario, desafiar a quienes lo consiguen y evadir los desafíos" es algo que "aprenden" los niños y no las niñas, porque los grupos de niños "tienden a ser más obviamente jerárquicos". En efecto, el aprendizaje tiene mucho que ver, y cada niño posee un rango de flexibilidad cuyos límites todavía no se conocen con precisión. La cultura es importante. Pero ¿explica eso por qué los grupos de niños son siempre más jerárquicos en primer lugar? El avasallador énfasis que Tannen pone en la cultura tendría más sentido si pudiera señalar una sola de las 1,200 sociedades del registro antropológico, y mostrar allí a la mujer promedio buscando una posición social y un poder político de manera tan feroz y oportunista como el hombre promedio. No puede hacerlo.
Es lógico que las feministas liberales temieran la idea de unas diferencias innatas entre los sexos en cuanto a la ambición, pues esto pone en peligro dos principios legales del feminismo liberal. Uno es la discriminación sexual —en particular, la afirmación de que la terrible minoría de la mujer en los empleos bien pagados es en sí una prueba de discriminación. Esta lógica supone no sólo que los hombres y las mujeres están igualmente calificados, sino que buscan empleos o promociones con la misma intensidad. Si los hombres son en promedio más ambiciosos que las mujeres, esta suposición se tambalea.
La segunda doctrina legal amenazada por la psicología evolutiva es la acción asertiva a favor de las mujeres. En ocasiones (no siempre) se justifica con bases similares: de no existir la discriminación, hombres y mujeres podrían estar representados de igual forma en los niveles más altos de la vida corporativa y gubernamental. Pero si los hombres en general trabajan más duro en cuanto al avance personal, este fundamento no funcionaría.
Como Ridley apunta en The Red Queen, existen otros fundamentos posibles para la acción asertiva. Nuestro incipiente conocimiento de las diferencias entre hombres y mujeres podría conducirnos a favorecer cuotas para las mujeres, con base en que son menos propensas que los hombres a sacrificar el bienestar de la organización a favor del provecho personal. En otras palabras: si, según la meritocracia, la gente asciende de acuerdo con el valor real que representa para el jefe, entonces se necesitaría de la acción asertiva para hacer que el sitio de trabajo se convirtiera en una meritocracia.
La psicología evolutiva sugiere que, si la acción asertiva para la mujer ha de estar basada en una lógica coherente, el tema de las diferencias de sexo tendría que entrar en escena. De nuevo: si las mujeres quieren una protección amplia, pueden buscarla de manera más convincente como mujeres, y no como personas.
La fuente profunda de la aversión feminista ante el darwinismo es más amplia y vaga que los temas de política específicos. La psicología evolutiva parece presentar un panorama generalmente sombrío del orden "natural". Algunos de los hechos más horribles del mundo —los mismos hechos que atizaron la indignación feminista moderna, en primer lugar— tienen raíces biológicas. Éstas incluyen el "patriarcado" masculino que las radicales ven por doquier, y los intentos del hombre por controlar la sexualidad femenina. Incluso la hipocresía masculina, clásicamente denigrada, sobre la promiscuidad —el "doble estándar"— parece ser una herencia de la selección natural. Los hombres no sólo son naturalmente propensos a engañar a sus parejas: también son propensos a aborrecer, y por tanto condenar ferozmente, la infidelidad de su pareja. Las mujeres comparten ambas inclinaciones, pero en forma menos notoria que la versión masculina. En realidad, una mujer podría de hecho reforzar el doble rasero cuando siente que es capaz de perdonar la infidelidad sexual de su esposo, a fin de evitar lo que para sus antecesoras constituía una amenaza mucho mayor: el abandono por parte del macho, con todo y sus recursos.
Nada de esto son buenas noticias para las feministas (ni para la humanidad). Pero tampoco son tan malas como parece. Aclarando lo que la palabra natural quiere y no quiere decir, podemos aislar las partes de la psicología evolutiva que más deberían preocupar a las feministas.
Inferir que lo "natural" es moralmente "bueno" es un error lógico elemental, bautizado como "la falacia naturalista" por el filósofo británico George Edward Moore (1873-1958). De hecho, yo iría más lejos. El darwinismo no sólo no nos dice que el doble rasero sea moralmente correcto: nos dice que cualquier sensación intuitiva que el hombre tenga sobre su rectitud no es digna de confianza. Esta sensación es un mero vestigio de la selección natural, moralmente arbitraria hasta donde sabemos. A mi parecer, una lección central de la psicología evolutiva es que deberíamos ver con cautela nuestras intuiciones morales en general (incluida, por ejemplo, la idea de que la paga es justa); son voces no de Dios, sino de nuestros genes: ecos de nuestro creador amoral, la selección natural. Lo que es natural puede o no ser bueno, pero ciertamente no lo es en virtud del hecho de ser natural.
Otra cosa que no quiere decir "natural" es "inmutable". Existen culturas en las que el impulso masculino "natural" de controlar la sexualidad femenina se expresa mediante la mutilación genital ritual. Existen culturas en las que un hombre puede castigar la infidelidad de su esposa cortándole una oreja. Pero también existen culturas, como la nuestra, en las que los hombres no hacen semejantes cosas. Y no existe razón alguna para pensar que hemos alcanzado el límite biológico de la maleabilidad masculina.
Hasta aquí las buenas noticias. Las malas noticias son: (a) el patán promedio que bebe cerveza y engaña y golpea a su esposa no va a cambiar sus opiniones morales tras recibir un ejemplar del Principia Ethica de George E. Moore. Es más probable que vea el darwinismo moderno como una conveniente aceptación divina de su patanería. Y (b) la gente, aunque maleable, no es sencilla e infinitamente maleable.
Aquí es donde la palabra natural adquiere un segundo sentido que no se desecha tan fácilmente como el primero, y que puede resultar incómodo para las feministas. Aquí podemos esperar que los hombres volteen las cosas y utilicen su psicología evolutiva para hablar de su vulnerabilidad, para formular peticiones de un tratamiento especial con base en su peculiar predicamento biológico. Así, por ejemplo, un hombre podría argumentar a favor del doble rasero diciendo: (a) que es difícil controlar su propia infidelidad, y (b) que es más "vulnerable" que su esposa al dolor de la infidelidad sexual de su pareja.
Obviamente, se trata de un argumento autocomplaciente. Y se lo puede combatir en dos formas: destacando los costos sociales de la infidelidad masculina (que, a mi parecer, son extremadamente altos en el ambiente social actual), y señalando que "difícil de controlar" no significa "imposible de controlar".
Los hombres que buscan poner de relieve su posición de víctimas también pueden argüir que se los ha considerado "objetos", al igual que las mujeres. Las feministas se quejan de que la belleza y la juventud de las mujeres sean tan importantes para los hombres. Pero los hombres podrían quejarse igualmente de ser vistos como carteras vivientes —por el hecho de que las mujeres valoren tanto la posición social o la riqueza de su pareja, o ambas cosas. (También este énfasis parece un legado de la evolución, un profundo impulso estético que sobrevive luego de que su lógica quedara rota por obra de un mundo moderno en donde una mujer puede ganar su propio dinero y posición.) Una razón por la que ya no se ventilan estos agravios masculinos está en que los hombres de baja posición no logran fácilmente que sus quejas se escuchen: no son un grupo muy prominente.
A fin de cuentas, el papel adecuado del darwinismo en el discurso moral no consiste en apoyar afirmaciones simplistas sobre algún orden natural supuestamente bueno o supuestamente inevitable: más bien radica en sustentar argumentos sobre los costos y beneficios sociales de normas nuevas, a la luz de la naturaleza humana, con una conciencia intensificada sobre qué grupos pagan los costos y cuáles reciben los beneficios. El problema de qué es "natural" entrará al debate, pero por sí mismo no debería conferir justificación alguna.
El temor de las feministas ante la palabra natural, y su renuencia concomitante a enfrentar las diferencias sexuales, ha dejado abierto un abismo intelectual muy hondo. Tal vez por justicia poética, el vacío lo está ocupando parcialmente el azote del feminismo "de marca", el de la temida Camille Paglia. Al menos Paglia se confiesa darwiniana: habla de "impulsos instintivos" y dice cosas fundamentales como "el crimen sexual significa un regreso a la naturaleza". Aun así, es obvio que no entiende la teoría evolutiva y que prefiere una explicación literaria libre.
A pesar de sus excesos espectaculares, Paglia afirma unas cuantas verdades simples y crudas sobre las diferencias sexuales, y esta es una de las razones que la han llevado al lugar que ocupa hoy (la otra son los excesos espectaculares). Si a las feministas de marca no les gusta el giro moral que Paglia da a su darwinismo de caricatura, existe una solución: que aprendan darwinismo real y le den su propio giro moral. Sin duda pueden dársele giros; como todas las teorías del comportamiento humano, la psicología evolutiva no tiene conclusiones morales inherentes: simplemente limita el ámbito del discurso realista moral y político. Dentro de la arena, definida de esta manera, contenderán los grupos de interés, cada uno tratando de conformar los códigos morales y legales según sus fines. Y los grupos que no entren en la arena perderán.
Sin duda alguna, ni las feministas de la diferencia ni las radicales están cerca de ver el cuadro completo. Las primeras suelen destacar las formas en que las mujeres son buenas, y las segundas siempre recalcan las formas en que los hombres son malos; ambas tienden a pasar por alto la maldad femenina y la bondad masculina. Además, claro está, ambas escuelas le niegan cualquier papel importante a la biología. Aun así, por lo menos el proyecto más amplio de las radicales y, en especial, de las feministas de la diferencia, está erosionando discretamente dicha negación; la correspondencia entre la teoría darwiniana y la realidad social que están documentando es demasiado evidente para pasar inadvertida. El hecho de que estas feministas sean enfáticamente no darwinianas hace de su información una corroboración objetiva más valiosa.


Por Robert Wright. Desde aquí.

Es largo pero vale la pena.

El papel de la historia

-¿Qué cosa que no puedes hacer te gustaría hacer, niño?
-Me gustaría poder volver en el tiempo para ver los grandes acontecimientos de la historia, conocer grandes hombres y aprender de ellos.
-Niño, el pasado no existe, nunca existió más que como imágenes, como lineas, como textos, como palabras, como letras, como signos. El pasado no existe, no se puede volver a él, solo podemos recordarlo como imágenes o conocerlo a través de las descripciones de las imágenes que otros vieron.
-¿Dijo que el pasado no existe?
-Está claro que solo podemos vivir el presente, el futuro es solo un presente potencial y solo en esa potencialidad puede ser vivido. El pasado es un presente que ya dejó de serlo, pero existe porque fue presente, y al caducar su status de presente deja de existir como algo concreto y se convierte en una especie de ex-presente.
-Si el pasado no existiera no habría una palabra para nombrarlo.
-¿Y Dios?
-Señor está confundiendo las cosas. Para la gente que cree en él, Dios es tan real como usted. El pasado es lo que ya fue presente alguna vez y dejo de serlo, el pasado existe, lo acabo de definir.
-¿Notas que no lo defines por una cualidad inherente, sino por oposición al presente?
-Muchas palabras se definen así, de manera apofáctica, y no por eso el referente deja de existir.
-La historia solo existe en su virtud de poder ser contada, en su capacidad de convertirse en signo. El pasado nos llega en forma de historia, como signo. El pasado es signo.
-Su lógica no es muy convincente. Entonces ¿Qué es un signo?
-Eso te lo dejo a ti joven Peirce.
-Porque a usted realmente ya no le queda mucho para dar. Su pasado debe haber sido triste, demasiado olvidable.

Decadencia

Causas de la decadencia de la civilización antigua

En un libro dedicado a la historia de la civilización antigua, el lector tiene derecho a buscar una respuesta a esta pregunta: ¿Por qué fue degenerando gradualmente una civilización tan poderosa y brillante, fruto de tantos años y, en apariencia, destinada a durar muchos siglos?(...)
¿Qué entendemos por "decadencia" al hablar de la civilización antigua? ¿Qué hay en la raíz de esa constante reversión del hombre civilizado al primitivo estado de barbarie? Donde quiera que observamos este proceso, advertimos también un cambio psicológico en las clases de la sociedad que habían sido hasta ese momento los creadores de la cultura. Su poder y energía creadores se extinguen; los hombres se cansan, pierden interés en la creación y dejan de valorarla; están desencantados; su vida no es ya un esfuerzo hacia un ideal creador en beneficio de la humanidad; sus mentes se hallan ocupadas con intereses materiales o bien con ideales desconectados de la vida terrena y realizados en cualquier otra parte. En este último caso, el centro de atracción pasa de la tierra al cielo o bien de la tierra a un mundo de ultratumba.*


Creo que no deberíamos preocuparnos por caer en decadencia, sino más bien en como salir de ella.

*M. Rostovtzeff en Roma de los orígenes a la última crisis

En vez de quejarte por el monstruo que creaste y que continuas alimentando...

Si las tratás como si fueran menos que vos nunca encontraras una que se pueda "parar" al lado tuyo y acompañarte. No te quejes de tu error. Resarcite.

Celar y compartir

No seamos egoístas, donde come uno, comen dos:

Argentina: Políticos, Pueblo, Pobres, Piqueteros, Presidente (a), Campo.

La Wikipedia dice:
Demagogia (del griego, dmaggos, líder popular y dmos, pueblo) es una estrategia política que consiste en apelar a emociones (sentimientos, amores, odios, miedos, deseos) para ganar el apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica y la propaganda.

La Real Academia Española define este término como la «práctica política consistente en ganarse con halagos el favor popular» y también como la «degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder». De esta forma, Aristóteles se oponía a la democracia como forma de gobierno adecuada, ya que consideraba como la tendencia inevitable a que el pueblo llano caiga en la demagogia como poder. Polibio denominó esta desvirtuación como ὀχλοκρατία (oxlokratía), término que se mantiene hasta hoy en el español como oclocracia.

De esta forma también se considera como demagogia esa oratoria que permite atraer hacia los intereses propios las decisiones de los demás utilizando falacias o argumentos aparentemente válidos que, sin embargo, tras un análisis de las circunstancias, pueden resultar inválidos o simplistas.

Polibio llamó oclocracia al fruto de la acción demagógica y la definió como "la tiranía de las mayorías incultas y uso indebido de la fuerza para obligar a los gobernantes a adoptar políticas, decisiones o regulaciones desafortunadas".
Perelman & Olbrechts-Tyteca en: Tratado de la Argumentación. dicen:

A los oyentes, dice Bosuet, les corresponde la formación de los predicadores. En su lucha contra los demagogos, Demóstenes le pide al pueblo ateniense que mejore para mejorar el estilo de los oradores:
[...] en ningún momento los oradores os hacen o perversos u hombres de provecho, sino que vosotros los hacéis ser de un extremo o del otro, según queráis; pues no sois vosotros los que aspiráis a lo que ellos desean, sino que son ellos los que aspiran a lo que estimen que vosotros deseáis. Así pues, es necesario que seáis vosotros los primeros en fomentar nobles deseos, y todo irá bien; pues, en ese caso, o nadie propondrá ningún mal consejo, o bien ningún interés le reportará el proponerlo por no disponer de quienes le hagan caso.

Al auditorio, en efecto, le corresponde el papel más importante para determinar la calidad de la argumentación y el comportamiento de los oradores.


http://www.lanacion.com.ar dice:

Sigue alta la corrupción en la Argentina


Argentinos saquen sus propias conclusiones. Mejor que quejarse de tener los políticos que nos merecemos, encarguemonos de mejorar.

Cada uno de los compuestos orgánicos que contienen el grupo hidroxilo unido a un radical alifático o a alguno de sus derivados

Desde aquí: http://todopor2clicks.com.ar/2008/03/14/%c2%bfalcohol-diversion/

  1. Si bien muchos chiquilines toman alcohol por “valor” para animarse o para excusarse de cosas que quieren hacer pero no quieren aceptar las consecuencias, no todos los que toman lo hacen por eso. Tomo alcohol pero no estoy en el grupo mayoritario, al menos los dividiría de otra forma (los que disfrutan individualmente de la intoxicación y los que no; y los que disfrutan individualmente son los menos). La intoxicación de alcohol además de esa “desinhibición” (que se llevo a extremos: "no importa lo que hagas le podes echar la culpa al alcohol" es una gran mentira, sos relativamente consciente de lo que haces o no podes hacer nada porque no podes mantenerte en pie) produce entre otras cosas, al menos en mi y en la gente con quien lo comparto noches de charlas, un estado hilarante. Va mas allá de estar alegre, uno esta relajado, olvida presiones, solo disfruta, y disfrutar de una buena charla, sin presiones externas y relajados es impagable, una experiencia que recomiendo. El que diga que no necesita de algo para algo es porque nunca hizo eso con ese algo. Apuesto a que si hubieras tomado y disfrutado de tomar no dirías que no necesitas tomar para x porque sabrías que no, no lo necesitas, pero tomando ese x se convierte en y. ¿Necesito tomar para estar hilarante? No, pero cuando estoy hilarante por intoxicación de alcohol no solo estoy hilarante, además estoy relajado, calmado, abstraído, sin presiones sociales. Hay gente que me da lastima, y es la gente que toma para entrar en un grupo (yo empecé a tomar por curiosidad), la gente que toma y no se divierte, la gente que no toma y no se divierte, los que toman de más, los que piensan que algo es malo sin haberlo experimentado. Creo que deje en claro mi opinión.

No quiero incitar a la gente a que se alcoholise, sino a que se eduque, no sólo sobre el alcohol sino también sobre otros "tabues" (no se puede decir que el consumo de alcohol es un tabú, pero es algo sobre lo que se debería educar más y quejarse o prohibir menos). Sobre el alcohol y demás suelen generarse debates de fanáticos y nunca se logra llegar a nada. Donde comente esto se genero un debate de fanáticos y obviamente no se llegó a nada. Si pensás consumir algún tipo de droga como el alcohol educate primero. Y si le pensás prohibir a alguien consumir alcohol (o algún otro tipo de droga), educate primero.

¿Y si Planck hubiera estudiado música?

Uno de los discursos pedagógicos de siglo XIX fue el positivismo. Éste sostenía que el currículo (algo así como el contenido que se planifica enseñar) debía ser un currículo científico. Esta creencia dio lugar a:

* “…la repetición –y no a la investigación- como instancia pedagógica en que se basó la enseñanza de la ciencia. Si bien el positivismo presupone la idea e la construcción del saber, consideraba que dicho proceso se encontraba acabado. Por ejemplo, William Thomson –Lord Kelvin- pensaba que todas las fuerzas y elementos básicos de la naturaleza ya habían sido descubiertos, que lo único que le quedaba por hacer a la ciencia era solucionar pequeños detalles (“el sexto lugar de los decimales”), y en 1875, cuando Max Planck empezo a estudiar en la Universidad de Munich, su profesor de física, Jolly, le recomendó que no se dedicara a la física, pues en esa disciplina ya no quedaba nada que descubrir”

*Pablo Pineau, La escuela como máquina de enseñar

Estrella internacional desde 9 de Julio



Para más información click aquí y aquí.

Me tomo una libertad

Lo que sigue es un texto que encontré en la web Taringa! altamente recomendada, bajo la autoría del usuario rafarufian. Lo copio acá principalmente porque algunos post tienden a desaparecer. Gracias rafarufian, si pudiera te daría 50 puntos

Ya se hablo muuuuucho de metodos para saltar la espera de rapidshare cuando se tiene cablemodem, porque como todos ya saben, fiber (supongo que flash tambien) es un servicio de ip dinamica (salvo que contrates ip fija que es muy caro...), pero tiene un sistema muy distinto a el servicio adsl, cuando te desconectas y conectas no te cambia la ip. Fiber te cambia la ip despues de unos dias, horas o minutos, eso lo cambian ellos. Se que muchos me diran (porque siempre que se agregan post de este tipo todos dicen lo mismo...), bueno pero con ipconfig release y renew se soluciona... bueno algo de eso descubri. Les cuento que hace poco cambie de arnet a fiber (arnet me tenia los gemelos por el piso...) y como sabia de este problema me puse a buscar info. Y encontre algo, no es de forro pero de tanto buscar hice un copy paste y ahora no encuentro de donde lo saque, prometo que lo encuentro y pongo la fuente, esto se hace en incio ejecutar, o lo mejor es hacer un .bat:

Priméramente tiramos mano del conocido ipconfig /release. Nos quedan todos los valores a cero. Si ahora utilizamos su compañero ipconfig /renew, conseguiremos de nuevo nuestra anterior IP. Pero como lo que queremos no es esto, lo que haremos en este momento, es apagar el cable-modem, solo apagarlo, ni desconectarlo de la red ni nada más. Ahora sí, utilizamos ipconfig /renew. Veremos una IP desconocida hasta ahora. Es el momento de pasar de ella, para lo que volvemos a escribir ipconfig /release. ¿volvemos a conectar el cable-modem? Pues eso, perfecto. Una vez conectado, vuelta a teclear ipconfig /renew y si todo ha ido como debería...tachánnn ya tenemos nueva IP

Les cuento que yo lo probe y realmente fuciona, cambia la ip. Hago este post porque en ningun lado lo vi con el detalle del modem que es lo que hace que funcione. Espero que les sirva, recuerdo que, para mi, este es el mejor metodo, porque cambiar el numero de mac es peligroso, y las proxies siempre son lentisimas... Y les recuerdo a aquellos que tienen internet en el laburo con ip fija, que no intenten cambiar la ip (al margen que no se puede...), porque las empresas (muchas veces...), contratan el servicio de ip fija exclusivamente por necesidad de conectarse siempre a la misma ip (streaming por ejemplo...).
Suerte!

Edit: probe bajar de rapidshare cuando me decia que tenia que esperar 73 minutos, utilice este metodo y todo bien, asi que anda bien, lo unico, antes de intentar bajar denuevo borren la informacion personal (en especial cookies), y si no les toma en la primera intenten devuelta, yo en la segunda que intente me salio (ojo que en la segunda fue cuando me acorde de borrar las cookies). Me resulto mas practico que el metodo que aportaba SleipnirNkm, porque ahi tenes que esperar 25 minutos y esto es en el momento (igual es otro metodo que suma!).

Espero que les sirva a todos!!!

John Dewey

... ¿Qué ventaja constituye adquirir cantidades prescritas de información sobre geografía e historia, o adquirir la destreza de leer y escribir si en el proceso pierde el individuo su propia alma: si pierde su apreciación de cosas preciosas, de los valores a que se refieren estas cosas; si pierde el deseo de aplicar lo que ha aprendido y, sobre todo, si pierde la capacidad para extraer el sentido de futuras experiencias cuando se presenten?...

La diferencia


It's the hat. (Es el sombrero)

¿Quién sos?

(Palabras como vomitadas)

Así empezó el viernes, buscando una respuesta que me conformara. ¿Quién sos?. Estoy seguro de que no sos tu nombre, ni tu profesión, ni tu lugar, de procedencia, ni tus pasatiempos. Sos alguien, ante la pregunta "¿Qué sos?" podrías responder "Soy algo" pero ante "¿Quién sos?" no cabe más que "Soy alguien". ¿Sos acaso la relación que tenés con la gente que te rodea? ¿Sos el amigo de tus amigos, hijo de tus padres, hermano de tus hermanos, amante de tu amado, amado de tu amante? ¿Quién es alguien que no tiene relaciones con nadie? ¿Es posible no tener relaciones con nadie? Generalmente alguien tiene progenitores, por tanto esa relación se aplica en la mayoría de los casos. ¿Entonces solo somos relaciones? No me conforma esa respuesta. La respuesta cambiara con cada subjetividad, incluso cambiara aún en la misma subjetividad (Anoche pensaba camino a casa que tal vez alguien era los la sucesión de avatares que suelen llamar vida -algo así como la historia de la persona- pero entonces ¿alguien es más cuanto más viejo?. Pensar así tampoco me conforma). ¿Quien sea que tenga una respuesta para la pregunta "¿Quién sos?" sería tan amble de compartirla conmigo?

¡Oh Selección Natural!

¡Oh Selección Natural! Te invoco en esta hora, tú que te encargas de mejorar las especies en cada generación encargate de esto:



Para más información click aquí (Prestar especial atención a como escribe/n).

¿Pero por qué te me escondés?

Te percibo cerca.
Ahí, no. Aquí, tampoco.
Estás allá.
Tal vez detrás de aquel
¿Pero por qué
te me escondés?
¿No querés que
te encuentre?
Demasiado difíciles
son ya las cosas.
Y vos no ayudas.
¿O me estás buscando?
Yo no me escondó
Te sigo buscando.

Ideas e ideologías

Una idea (del griego ἰδέα, de eidon, ‘yo ví’) es una imagen que existe o se forma en la mente. La capacidad humana de contemplar ideas está asociada a la capacidad de raciocinio, autorreflexión, la creatividad y la habilidad de adquirir y aplicar el intelecto. Las ideas dan lugar a los conceptos, los cuales son la base de cualquier tipo de conocimiento, tanto científico como filosófico.

Una ideología es el conjunto de ideas, tendentes a la conservación o la transformación del sistema existente (económico, social, político...), que caracterizan a un grupo, institución, movimiento cultural, social, político o religioso.

Hablamos de ideología cuando una idea determinada es ampliamente compartida conscientemente por un grupo social en una sociedad. A veces es un rasgo fuertemente identitario, de forma similar a la religión, la nación, la clase social, el sexo, partido político, club social, incluyendo grupos pequeños y cerrados como las sectas o grupos mayores y abiertos como ser partidario de un equipo de fútbol... Además los miembros del grupo ideológico admiten o no que determinado individuo pertenezca al grupo según comparta o no ciertos presupuestos ideológicos básicos.

La ideología interpreta y justifica los actos personales o colectivos de los grupos o clases sociales, a cuyos intereses sirve, y explica la realidad de una forma asumible y tranquilizadora para que pueda mantenerse la interpretación o justificación previa tal como estaba en el imaginario individual y colectivo, independientemente de la circunstancia real. Del estudio de la ideología se encarga la Sociología del conocimiento, cuyo presupuesto básico es que las maneras de ver el mundo varían socialmente de una sociedad a otra y dentro de sectores diferentes de la misma sociedad.*




En mi opinión:


Hoy en el mundo faltán ideas y sobrán ideologías.



*Cita de la wikipedia.

Nuevas Tecnologías

Cuando una tecnología ni bien aparece es algo extraño para todos, por más simple que parezca para una generación posterior algo simple o hasta natural.

Paradojas

¿Por qué los cristianos lloran en los funerales?¿No se supone que quien muera pasara a un plano de felicidad absoluta y vida eterna si vivió de manera "correcta" (si no vive de manera "correcta" será excomulgado y por tanto no tendrá velorio cristiano)? Interesante sería que alguien más "letrado" en religiones responda las preguntas de manera lógica.

Mi sospecha es que:
- O saben que la muerte es el final de todo pero no quieren reconocerlo por miedo a que su propia existencia tenga un final absoluto
- o cada muerte le recuerda a uno que tarde o temprano se morirá y su existencia llegara a un final (de otro modo se alegraría en recordar que le espera una vida de eterna felicidad).

Estas paradojas me parecieron muy simpáticas:

"Si no me equivoco, el mundo se acabará en diez días"
"Esta oración es falsa"
"Si todo el mundo trata de ahorrar durante una recesión, la demanda agregada caerá y los ahorros totales de la población serán más bajos."

¿Por qué la gente se casa?

DE MATEMÁTICA, MONOS Y BANANAS

Por. Lamberto Álvarez *

Supongamos que tenemos a 6 monos dentro de una jaula. En el techo colocamos un racimo de bananas, de tal forma que éstas sean inalcanzables para los monos. Un día, colocamos una escalera dentro de la jaula y justo debajo de las bananas. Tan pronto hacemos esto, uno de los monos decide aprovecharla, y llegar a través de ella a las codiciadas frutas.

Ahora bien, tan pronto el primer mono decide trepar por la escalera, se rocía con agua helada al resto de los animales. Después de esto, la acción se repite, y cada vez que un mono toca la escalera para tratar de conseguir las bananas, el resto de los monos vuelven a ser rociados.

No pasa mucho tiempo, antes de que los monos asocien la subida de un mono por las escaleras con la desagradable experiencia del rocío de agua helada sobre ellos, así que cuando ven a un nuevo mono intentarlo, deciden por fin detenerlo, y la cosa llega a los golpes si es necesario. Con esto, cada uno de los monos entiende que no deben trepar las escaleras, pues ello implica no sólo agua helada para los compañeros, sino una tunda en su contra, y esto sin mencionar el frustrado deseo de conseguir las bananas.

Con el tiempo la situación se vuelve estable, y ya no hay monos que intenten acercarse a la escalera. Cuando esto sucede, sacamos a uno de los monos de la jaula, y lo reemplazamos por otro. El nuevo inquilino entra, ve unas bananas colgando del techo, y una forma fácil de conseguirlas. Se dirige a la escalera, y no puede subir un peldaño antes de recibir un baño de golpes por todos los compañeros. Obviamente no entiende las razones, pero después de un par de intentos es fácil saber que tocar escalera significa el descontento de la comunidad.

En estos momentos, se procede a retirar a un segundo mono, también de los originales. Se reemplaza con un mono que nunca antes había estado en la jaula. El proceso se repite. El nuevo mono se dirige a la escalera, y todos, incluyendo al mono que había entrado justo antes -aquél que nunca había sido rociado con agua helada-, se lanzan contra él y lo golpean hasta hacerlo desistir.

Un tercer mono entra. Entre los demás existen dos que no saben por qué se debe golpear a quien toque la escalera, pero lo hacen imitando a la sociedad. El tercer mono aprende las reglas. Así se reemplazan al cuarto, al quinto, y por último al sexto de ellos. Todos pasan por la misma historia.

Al final, ninguna cosa ha cambiado. Es un delito tocar la escalera, y quien lo haga deberá recibir la furia de la comunidad entera. Perdón, hay una cosa que sí ha cambiado. Nadie tiene idea de por qué es contra las reglas usar las escaleras para conseguir una rica banana, pero aún así conservan tan bonita tradición.

Cito el texto que leí en un maravilloso libro de Adrian Paenza (Matemática ... ¿Estás ahí?) para reflexionar acerca de constumbres intitucionalizadas en la sociedad desde hace siglos. ¿Por qué nos casamos? Porque otros lo hacen, porque el matrimonio es una institución social y las personas casadas ejercen presión (directa o indirectamente) sobre los que no están casados.

Ahora divaguemos:

Imagínense una raza relativamente joven de seres que viven organizados socialmente por ciertas jerarquías establecidas según desarrollo físico e intelectual. El promedio de vida de estos seres ronda los 40 o 50 años hasta que de repente algunos de estos seres mueren de manera misteriosa. Después de que muchos mueren se encuentra cierto patrón: aquellos que tienen sexo con mayor cantidad de parejas tienen mayor tendencia a morir que los que tienen menos sexo (estos seres no conocen ninguno tipo de anticonceptivos). Este patrón es naturalmente paradójico: los seres que mejores condiciones tienen y por lo tanto son preferibles para tener sexo mueren. ¿Cómo pueden sobrevivir estos seres si están muriendo sin ninguna razón obvia? Una vez aislado el patrón lo siguiente es más simple: si los que tienen sexo con muchos seres distintos tienden a morir, los que lo hagan con menos seres tenderán a vivir. ¿Cómo evitar algo tan natural como el sexo? Convirtiéndolo en algo antinatural, mal visto socialmente y supuestamente nocivo. Entonces estos seres comienzan a tener relaciones con otro único ser, una especie de monogamia que se establece como la única relación legítima y con el tiempo se convertirá en una institución.

Ahora imaginemos como pudieron responder los antiguos seres humanos ante una enfermad como la sífilis.

Sobre la naturaleza del tiempo

El "tiempo" fue tema de varias discusiones caracterizadas por no llegar nunca a objetivo o consenso. No encuentro una "definición" que me conforme. Es un concepto que no puedo aclarar en mi cabeza. Es una dimensión, es una sucesión, es una abstracción. No, sí, tal vez. Pasará tiempo hasta que encuentre una definición o más bien una explicación que me conforme. Pero en primer medida "tiempo" es un significante que representa un concepto o una idea. Lo complejo no es el significante (que está formado por una cadena de fonemas) sino el concepto. Este concepto sólo existe por medio del significante que lo representa. La unión entre el significante (la cadena de fonemas) y el significado (el concepto) forma el sigo; y ya que estamos el lingüística dejo una cita sobre el tiempo:

(...) Los tiempos verbales cuya forma axial, el "presente", coincide con el momento de la enunciación, forman parte de este aparato necesario.
Vale la pena detenerse en esta relación con el tiempo, y meditar acerca de la necesidad, interrogarse sobre lo que la sustenta. Podría creerse que la temporalidad es un marco innato del pensamiento. Es producida en realidad en la enunciación y por ella. De la enunciación procede la instauración de la categoría del presente, y de la categoría del presente nace la categoría del tiempo. El presente es propiamente la fuente del tiempo. Es la presencia en el mundo que sólo el acto de la enunciación hace posible, pues -piénsese bien- el hombre no dispone de ningún otro medio de vivir el "ahora" y de hacerlo actual más que realizarlo por inserción del discurso en el mundo. Podría mostrarse mediante análisis de sistemas temporales en diversas lenguas la posición central de presente. El presente formal no hace sino explicitar el presente inherente a la enunciación, que se renueva con cada producción de discurso, y a partir de este presente continuo, coextensivo con nuestra presencia propia, se imprime en la conciencia el sentimiento de una continuidad que llamamos "tiempo"; continuidad y temporalidad se engendran en el presente incesante de la enunciación que es el presente del ser mismo, y se delimitan, por referencia interna, entre lo que va a volverse presente y lo que acaba de no serlo ya.*


*Problemas de lingüística general de Émile Benveniste

Acerca de la muerte (atemos algunos cabos)

Suele pasar que uno se pregunte ¿Para qué estoy aca? ¿Cuál es el objetivo de mi vida? ¿De la vida de los seres humanos? ¿Cuál es el fin de mi estadia en la tierra? Y generalmente o no se quiere realmente saber la respuesta o se conforma con pensar que no existe una respuesta. No pienso tratar de resolver esas incognitas porque sería demasiado prematuro. Sin embargo varias veces me he preguntado cuestiones similares a estas y llegue a conformarme con mis hipótesis. Creo que cada uno está donde está por alguna razón distinta a la de todos los demás o por ninguna razón. "El objetivo de la vida" es una noción inherente a cada persona, algunas piensan que su vida no tiene un objetivo, una meta; otras se proponen metas alcanzables sucesivas; otras se proponen algo que saben que nunca van a alcanzar (de esta manera tienen escusa para seguir viviendo, aunque ni siquiera intenten acercarse a su objetivo); otras una meta que pueden alcanzar pero no tratan hasta que se acerca el fin. El objetivo de la vida de los seres humanos (si es que se puede calificar como objetivo) pienso que no varia demasiado del resto de los seres vivos. Ahora: ¿Cuál es el fin de mi estadia sobre la tierra? La muerte. El fin de la existencia, no un proceso, sino un estado. Lo único en que todos los seres humanos (y los seres vivos) tenemos en común (además de nacer) es morir. La muerte (o más bien el deseo de trascenderla) es una de las principales musas (por no decir motivos) por la que los seres humanos (y otros seres vivos pero en una medida más acotada) hacen o realizan la mayoría de sus acciones. ¿De que manera trascender la muerte? Se trasciende a través de los rastros, de las huellas de nuestra vida. "Plantar un árbol, tener un hijo, escribir un libro". Claras huellas de nuestra vida que no se borran fácilmente. La historia de la humanidad es el constante intento de trascender la muerte.

El Mate

Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón. Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: ¿Dulce o amargo? El otro responde: -Como tomes vos. Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba. La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie. Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es porque ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera. Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solos. Pero debe haber sido un día importante para cada uno. Por adentro hay revoluciones. El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores... Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena, la charla, no el mate. Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras el otro toma y viceversa. Es la sinceridad para decir: basta, cambiá la yerba! Es el compañerismo hecho momento. Es la sensibilidad al agua hirviendo. Es el cariño para preguntar, estúpidamente, ¿está caliente,no? Es la modestia de quien ceba el mejor mate. Es la generosidad de dar hasta el final. Es la hospitalidad de la invitación. Es la justicia de uno por uno. Es la obligación de decir "gracias", al menos una vez al día. Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir. Ahora vos sabes, un mate no es sólo un mate...

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Propiedades del Mate (wikipedia)

El mate es un excelente tónico y depurativo, lo segundo por su carácter diurético. Su capacidad diurética explica una "paradoja" de la "dieta gaucha" hasta inicios del siglo XX: hasta entonces los habitantes de las zonas rurales del Cono Sur solían tener una dieta hiperproteínica sin aparente contrabalanceo, lo cual hubiera provocado –en el más benigno de los casos– una elevadísima concentración de urea que se reflejaría rápidamente en afecciones imposibilitantes como la gota. Sin embargo, la diuresis que se lograba por la elevada ingesta de mate contrapesaba los excesos de una dieta hiperproteica. El mate, por otra parte, posee excelentes antioxidantes. Según las conclusiones de un estudio llevado a cabo en Estados Unidos, el consumo de mate puede reducir el colesterol LDL o colesterol "malo", a la vez que promueve el aumento de colesterol HDL o colesterol "bueno". La investigación afirma que el mate tiene propiedades que inducen la actividad de importantes enzimas antioxidantes en el organismo; una de las más importantes es la paraoxonasa-1, que ayuda a retirar el colesterol malo y tiene efectos cardioprotectores [3] . También aporta el mate (especialmente si es bebido mediante el "cebado" con bombilla) elevados niveles de xantinas y hasta doce beneficiosos polifenoles entre los cuales se destacan el ácido clorogénico y la quercitina.
Otra característica (actualmente casi anecdótica) fue bastante fortuita: los combatientes criollos o gauchos durante la Guerra de la Independencia obtenían la mayor parte de su agua a través de la ingesta de infusiones y decoctos de mate, de este modo el agua era purificada de gran parte de las bacterias y posibles parásitos; los europeos (españoles y mercenarios) que solían considerar al mate como algo "bárbaro" o "primitivo" bebían las aguas sin el necesario caldeado, por lo cual contraían con frecuencia parasitosis.
Por lo anterior se observa que el mate es una bebida beneficiosa sólo contraindicada en casos de personalidades muy ansiosas, padecientes de insomnio o de algunas disfunciones renales severas.
Como se ha observado recientemente con el café, el mate favorece a la atención y con ello a las actividades intelectuales. Resulta asimismo un buen antidepresivo; a diferencia del café bebido en exceso, no se han registrado fehacientemente casos de insomnio debidos al mate, esto puede deberse a que el mate se bebe bien diluido en agua y es consumido preferentemente a la mañana o hasta el mediodía; por otra parte la diuresis que provoca el mate elimina rápidamente los catabolitos de alcaloides como la mateína o cafeína al mismo tiempo que depura al organismo de toxinas.


No me pareció indicado explicar como cebar un buen mate, porque depende de cada uno, y el que ceba es el que mejor lo hace de los presentes o el que tiene más voluntad. Cada cual a su manera. Para mí (y creo que para muchos) es algo muy especial el mate, va más allá de consumir líquido. Es algo que si me falta realmente lo extrañaría mucho (tal vez sea un poco adictivo). De todos modos no se puede decir que es un vicio porque es muy beneficioso. Como antes cito cuando uno toma mate solo piensa, se abstrae, puede alejarse de la realidad para verla desde un mejor ángulo; y cuando toma mate acompañado se acerca a la otra persona. Por suerte nací en Argentina, y disfruto del mate.

Los abortos de la selección natural

La selección natural puede ser expresada como la siguiente ley general,tomada de la conclusión de El origen de las especies:
Existen organismos que se reproducen y la progenie hereda características de sus progenitores,existen variaciones de características si el medio ambiente no admite a todos los miembros de una población en crecimiento. Entonces aquellos miembros de la población con características menos adaptadas (según lo determine su medio ambiente) morirán con mayor probabilidad. Entonces aquellos miembros con características mejor adaptadas sobrevivirán más probablemente.

Darwin, El Origen de las especies.
Entonces, es posible que algunos organismos, aunque no estén bien adaptados ni tengan características más eficaces, puedan no solo sobrevivir, sino también dejar descendencia que probablemente herede estas características. Y siendo esto bastante aleatorio pueden llegar a generarse engendros como este:


La "enfermedad" llamada escritura

"La escritura es una especie de enfermedad contagiosa que los libros transmiten a quienes los frecuentan en exceso. Todos los lectores contumaces están expuestos a ese contagio, y en distinta medida todos lo sufren, aunque algunos lo desconozcan y otros, por prudencia o timidez, lo oculten. El lector químicamente puro no existe; en su interior hay siempre un escritor latente o agazapado que a veces se despierta de su letargo y se abalanza sobre parientes y amigos creando en la mayoría de los casos (hay admirables excepciones) situaciones de pánico o de desolación. Cuanto más temprano sea el contacto con los libros, más graves y duraderos serán las consecuencias de ese virus incubado en el texto que son,unas veces por fortuna y otras por desgracia,casi siempre incurables.Exagero poco; creo que Kafka hablaba de la literatura como lepra.
Sirva la anterior divagación para explicar por qué escribo.Comencé a leer de niño, y los síntomas del contagio se manifestaron precozmente con efectos que no dudo en calificar, apelando a un neologismo que ruego me disculpen, de cataestróficos: a los 12 años de edad ya había incurrido en décimas y sonetos cuyos principales causantes(no diré culpables) era Espronceda y Rubén Darío.Para empezar, la poesía ajena fue el estímulo primero y determinante de mi propia poesía. He citado muchas veces a una frase de Northrop Frye que considero oportuno volver a recordar: "Todo poema precede de otro poema." Yo nunca hubiese escrito poesía si previamente no hubiera leído poesía. Eso lo tengo claro. Pero las razones por las que sigo escribiendo o pretendiendo escribir poesía 60 años después de haber sufrido el contagio de la literatura son dudosas. Para justificar el acto en principio gratuito (y a veces oneroso: hay quienes pagan por publicar sus versos) de la escritura poética se suelen esgrimir muy diversos argumentos, alguno de los cuales yo mismo he utilizado: el deseo de penetrar la realidad, de conocer y de evaluar éticamente el mundo; la necesidad de expresarnos o de comunicarnos; la voluntad de "anclar en el río de Heráclito" y de salvar del efecto corrosivo del tiempo algunas cosas queridas; el goce de crear belleza pura.
Todas estas justificaciones pueden ser válidas, y algunas lo siguen siendo para mí. Pero pienso que, si a estas alturas de mi vida continuo escribiendo, es también por otra razón menos grandilocuente y un tanto pueril que casi me avergüenza confesar. Me temo que, aunque siempre sostengo lo contrario, estoy cayendo en la tentación de creer que el poeta, bueno o malo, que mi versos configuran -ese personaje ilusorio que habla en los poemas-, soy efectivamente yo, y que el acabamiento del poeta significaría mi propio acabamiento. Se trataría, en último extremo, de un deleznable caso de amor propio, de un problema de supervivencia planteado con un grave error de perspectiva, quizá justificable; pues algo o mucho de mí persiste en lo que escribo. Y, aunque no ignoro que los poetas, como los toreros, deben saber retirarse a tiempo; y que en la vida hay cosas más serias que la poesía y, concretamente, que mi poesía; y que "el arte es largo y además no importa"; si a pesar de ser consiente de todo eso sigo escribiendo es, en parte, porque me resisto a confinar en el pasado ese residuo de mí mismo, a desprenderme de ese yo que es otro, pero que ahora, cuando los dos estamos acercándonos a un final inevitable, noto que me hace muchísima compañía. "

Ángel González, Palabra sobre palabra.

La URI (Unicornio Rosa Invisible)


Los unicornios rosas invisibles son seres de gran energía espiritual. Lo sabemos porque son capaces de ser a la vez rosas e invisibles. Como todas las religiones, la religión del Unicornio Rosa Invisible se basa en la lógica tanto como en la fe. Tenemos fe en que los unicornios son rosas; y por la lógica sabemos que son invisibles, ya que no podemos verlos.


Nuestra Señora Unicornio es Rosada e Invisible
Ella prefiere la pizza de jamón y piña a la de pepperoni y champiñones. Se dice que la segunda sólo la comen los seguidores de la despreciable Ostra Morada (de la Perdición).
Los seguidores de la URI tienen más días santos que los de todas las religiones juntas, ya que cualquier día santo de cualquier religión es automáticamente un día santo de la URI. Los días santos son usados por los fieles para sembrar semillas de duda e incertidumbre en las mentes de los adictos de otras religiones. El día más santo del año es el primero de abril. Es el día en que Ella sugiere que encontremos a un loco religioso y le digamos: "Hay tanta evidencia para la existencia de tu(s) dios(es) como la hay para la Unicornio Rosa Invisible, ¿por qué no miras su página web? tal vez aprendas algo".
El 42 es un número importante para los seguidores de la URI. Es la respuesta a la pregunta "¿Cuál es el significado de la vida, del universo, y de todo?. Si unes los dígitos del año en que ella se reveló (1+9+9+4) obtienes 23. Si añades 4 (por Sus cascos), añades 2 (por Sus orejas), añades 1 (por Su cuerno), añades 1 (por Su cola) y luego añades 9 el resultado también es 42.
Algunos seguidores elegidos son bendecidos con visitas, que se muestran con señales en la ropa de la lavadora.
Ella mantiene su postura de que incrédulos no la vean escondiéndose:
¿Alguna vez se ha encontrado con un unicornio rosado invisible escondiéndose detrás de un árbol?
La respuesta es obvia: no.
Eso demuestra que no tiene por qué esconderse, ya que es invisible
Creemos en un unicornio, La Rosada, La Invisible. Creadora de la Incertidumbre, revelada a nosotros en el foro de usenet alt.atheist -Ella que rapta a los calcetines. Ella golpeará a aquellos que se burlan de Sus hermanos. Otros creen en tonterías, nosotros también nos uniremos al festín. Comeremos hasta hartarnos, sí, cada barriga se llenará de pizza de jamón y piña. Sus revelaciones nos muestran la insensatez de todas las religiones. Difundan Su Palabra.
"La idea detrás de esta tontería es recordar al teísta que su discurso va a ser observado por los ateos probablemente con la misma credibilidad y seriedad que el de los ateos predicando sobre la Unicornio Rosa Invisible…"

Fuente: Wikipedia