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Argentina: Políticos, Pueblo, Pobres, Piqueteros, Presidente (a), Campo.

La Wikipedia dice:
Demagogia (del griego, dmaggos, líder popular y dmos, pueblo) es una estrategia política que consiste en apelar a emociones (sentimientos, amores, odios, miedos, deseos) para ganar el apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la retórica y la propaganda.

La Real Academia Española define este término como la «práctica política consistente en ganarse con halagos el favor popular» y también como la «degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder». De esta forma, Aristóteles se oponía a la democracia como forma de gobierno adecuada, ya que consideraba como la tendencia inevitable a que el pueblo llano caiga en la demagogia como poder. Polibio denominó esta desvirtuación como ὀχλοκρατία (oxlokratía), término que se mantiene hasta hoy en el español como oclocracia.

De esta forma también se considera como demagogia esa oratoria que permite atraer hacia los intereses propios las decisiones de los demás utilizando falacias o argumentos aparentemente válidos que, sin embargo, tras un análisis de las circunstancias, pueden resultar inválidos o simplistas.

Polibio llamó oclocracia al fruto de la acción demagógica y la definió como "la tiranía de las mayorías incultas y uso indebido de la fuerza para obligar a los gobernantes a adoptar políticas, decisiones o regulaciones desafortunadas".
Perelman & Olbrechts-Tyteca en: Tratado de la Argumentación. dicen:

A los oyentes, dice Bosuet, les corresponde la formación de los predicadores. En su lucha contra los demagogos, Demóstenes le pide al pueblo ateniense que mejore para mejorar el estilo de los oradores:
[...] en ningún momento los oradores os hacen o perversos u hombres de provecho, sino que vosotros los hacéis ser de un extremo o del otro, según queráis; pues no sois vosotros los que aspiráis a lo que ellos desean, sino que son ellos los que aspiran a lo que estimen que vosotros deseáis. Así pues, es necesario que seáis vosotros los primeros en fomentar nobles deseos, y todo irá bien; pues, en ese caso, o nadie propondrá ningún mal consejo, o bien ningún interés le reportará el proponerlo por no disponer de quienes le hagan caso.

Al auditorio, en efecto, le corresponde el papel más importante para determinar la calidad de la argumentación y el comportamiento de los oradores.


http://www.lanacion.com.ar dice:

Sigue alta la corrupción en la Argentina


Argentinos saquen sus propias conclusiones. Mejor que quejarse de tener los políticos que nos merecemos, encarguemonos de mejorar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si bien debemos mejorar como ciudadanos (y tal vez también como personas), esto no significa que merescamos tener estos políticos corruptos a la cabeza. (Ni estos, ni los de antes, ni los que vengan).

Emmanuel dijo...

¿Por qué no merecemos tener políticos corruptos a la cabeza? Nosotros elegimos a esos políticos corruptos para que nos representen, no entiendo con que criterio decís que no los merecemos. Merecemos las consecuencias de nuestras elecciones. Si fuéramos mejores elegiríamos mejor. Tenemos lo que merecemos. ¿Por qué mereceríamos algo mejor que lo que elegimos?

Martin dijo...

Estoy de acuerdo con vos emma, cada cual tiene lo que se merece.