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Con el agua hasta el cuello

El trillado titulo no es porque estoy al horno con la facultad (aunque lo estoy). Es bastante más literal. Resulta que... un día de fin de semana uno se acuesta temprano con la intención de dormir "as much as posible" (lo mas posible). Pero no es sorprendente que eso no ocurra. El caso es que a eso de las 4:30 am mi sueño (casi seguro que estaba soñando algo agradable, vengo con suerte) es interrumpido por un: ¡Esta todo inundado!. La frase no pudo ser más acertada, el departamento parecía Venecia. Resulto que el agua emanaba sin cesar desde el baño y (como no puede ser de otra manera en Argentina) esta es la parte más alta del depto. Ergo (por lo tanto) el baño era la parte más seca. Cabe mencionar que el del piso de abajo recibió un hermoso chorro de "lluvia" en su baño, que incluía un poco de "granizo" de yeso (se le cayó el techo a pedazos). De todos modos después de 20 años uno se acostumbra a que cosas "modestamente excepcionales" (Córtazar) le ocurran. No me llamo la atención ni me hice mala sangre al pedo; echamos el agua y cortamos el agua. A despertar nos avisaron que iba a venir un plomero. Redondeando; el fin del posteo es indicar o señalar lo sublime que llega a ser la capacidad de un estudiante platense para distinguir si el plomero es boliviano o paraguayo.

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