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No una, no dos, ¡¡sino TRES!!

Con el tiempo uno se acostumbra a que le pasen cosas inverosímiles; graciosas para algunos trágicas para el que las padece. A mi me pasaron varias; incontables; demasiadas para mi gusto. Pero saque una ganancia de esa alineación planetaria en mi contra (si, para mi el 90% de las veces el azar se inclina en mi contra); aprendí a tomármelas con gracia. Así como cualquiera se ríe de la desgracia ajena, yo además me rió de mi desgracia.

Como todos saben (mentira, no me importa si saben o no pero queda lindo) la risa es excelente, para la salud y demás, especialmente en una semana difícil. Esto me alcanzo al menos para 8 minutos de risa continua y algunos de risa discontinua entre clases y pre examen. Por ahí me causa a mi nada más porque tengo un sentido del humor particular pero lo comparto igual. Pero a Juani (la víctima de la mala leche esta vez) también le causo algo de gracia, esa es la mejor forma de superar la mala leche, cagarse de risa.




¿Cuántas posibilidades hay de que 3 palomas que estén adyacentes decidan cagar al mismo tiempo? ¿Qué tan probable es que haya 1 persona exactamente en el momento y lugar donde van a devenir los excrementos? Pocas, muy pocas, casi ninguna.

4 comentarios:

Agustinf77 dijo...

y bueno es juani!!! jajjaja... bueno a mi me paso de una sola... pero andando en bici, con la velocidad mia y la cagada que venia en caida libre pense que me habian tirado una piedra!

Santiago. dijo...

La suerte cae en chaparrones esporádicos, como tormentas de verano. Algunos se mojan, otros se mueren de sed.
El sábado anterior al pasado perdí el celular, en algún momento de la noche. La graduación alcohólica sanguínea fue un factor importante, entre otros, causal de la pérdida. El viernes volví al bar, simplemente, a consumir una cerveza. Reconocí el celular en las manos del dueño, que, mostrándoselo a un amigo, le comentaba lo pertinente. Hablo con el tipo, le explico la situación y acordamos la transacción para el otro día, no me creia.
Entonces, al otro día, busqué el puk, porque ya habían probado suerte, y volví para recuperar el aparato. La operación resultó exitosa. Hoy disfruto, nuevamente, de los abusos inescrupulosos de movistar y su secta de operadores.

Emmanuel dijo...

la suerte, el azar, dios, sucesion de sucesos, o como le llamen, hace de la vida algo mas colorido

Monshi dijo...

que mala leche!!