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Yo soy el otro del otro

El ser humano tiende a relacionar las cosas en forma de binomios enfrentados. A través de este silogismo el mundo se divide en parejas opuestas (lindo-feo; bueno-malo; amigo-enemigo). Un paso más y este silogismo convierte al que lo piensa en alguien maniqueo (se convierte en alguien que cree que por ejemplo sólo hay personas buenas o malas, sin excepciones). Esta forma de pensar luego logra que uno divida a todas las personas del mundo en 2 grupos: yo y el otro.
Dependiendo de la circunstancia "el otro" variara. Por ejemplo, para los conquistadores de América el nativo era "el otro". Para un empleado "el otro" es el jefe, o los clientes. "El otro" es la mujer, "el otro" son la minorías, "el otro" es el projimo, "el otro" es el que no comparte algo en un momento determinado. Generalmente "el otro" desde el punto de vista de "la razón" o "el logos" es cualquier persona que no sea varón, blanco e instruido. De todos modos cualquier persona sin darse cuenta ve a la gente distinta como "el otro". Así en un choque de autos los implicados se verán uno al otro como "yo y el otro". Siempre uno tiende a alejar al y alejarse de "el otro", ya que es "una suerte de oponente". Entonces sería importante que todos los que sabemos la existencia de este "silogismo" (otrariedad) tratemos de acordarnos siempre que: "Yo soy el otro del otro". Y además debemos tratar de que la gente que no se detuvo a pensar nunca sobre esto lo haga. Todos somos "el otro", y todos somos "yo", en esta puntualidad todos tenemos algo en común, no caigamos en prejuicios.

6 comentarios:

Santiago. dijo...

Además de ser una teoría que no conocía, creo que aún no la entiendo. Quizá no me cierre la deducción de la idealización del "otro". Me parece forzada. ¿Si existe el bien y el mal, entonces existe yo y el otro? Tal vez, pero no afirmaría que se demuestra. Es claro que si tenemos la idea del "yo", los demás son los "otros". No obstante, esto no significa que deban ser tratados como tales. Si lo hacemos de alguna manera involuntaria, creo que debemos esforzarnos para tratar de evitarlo, como bien dice el señor-autor.

Emmanuel dijo...

No estoy diciendo que deban ser tratados como tales, más bien al contrario. Probablemente te expliquen mejor el tema Sartre y Lacan

Federico Fregonese dijo...

Totalmente de acuerdo emanuel, y en cierta forma tiene mucho que ver con el bosquejo que leiste. saludos
http://fregos.blogspot.com

Emmanuel dijo...

ES que todo tiene q ver con todo, aunq en distintas medidas. Y todo lo escrito son solo bosquejos, a menos q a alguien q no seas vos le guste demasiado

Unknown dijo...

Emmanuel, debo admitir que me agrada más el mensaje de la conclusión que el desarrollo de la hipótesis.
Cuando hablas del otro entiendo que te referís al complemento dentro de un contexto determinado. Es decir, en un contexto determinado (o en un marco definido) yo soy el área complementaria del otro y el otro es mi área complementaria.
Que uno pueda establecer divisiones no me parece malo en sí mismo. Tampoco creo que el hecho de encontrar una diferencia entre dos elementos provoque el alejamiento o la tendencia de alejamiento entre los elementos. Creo que el problema que planteas podría devenir en el hecho de quedarse con las divisiones más alla de los contextos.
No siempre una implicación es un doble implicación.
Y cuidado con los análisis lógicos sobre análisis, porque se podría caer en una paradoja ;)

Anónimo dijo...

https://www.sabersinfin.com/articulos/de-lo-cotidiano/17536-la-otredad-del-amor-articulo
Quiza este articulo les ayude